Aquí tenéis un artículo sobre otro concepto "moderno" del marketing, pero como podéis comprobar se repiten aspectos que hemos visto en clase sobre el marketing directo más tradicional.
Recogido de
marketingdirecto.com
Hoy en día todo el mundo habla del
inbound marketing pero, ¿cuántos saben realmente lo que es y de dónde viene?
Este nuevo concepto nació para dar respuesta a los
cambios en el comportamiento de los consumidores,
que ya ni son receptores pasivos ni están dispuestos a permitir las
interrupciones publicitarias de los medios tradicionales. El inbound
marketing nació para dar respuesta a esta nueva realidad en la que los
clientes son los que se encuentran con las marcas en interactúan con
ellas de forma consentida y sin interrupciones no deseadas.
Según explica
Internet República en su blog, el inbound marketing se basa en tres pilares fundamentales:
SEO, marketing de contenidos y social media marketing,
que trabajan de forma integrada y forman parte de una estrategia
global, en la que se combinan todas las acciones, canales y técnicas
para mejorar la reputación de la marca y conseguir una mayor visibilidad
online.
Los principios de esta nueva forma de hacer marketing en la red los asentaron
Brian Halligan, uno de los fundadores de
Hubspot, con su socio
Dharmesh Shah y uno de sus asesores
David Meerman Scott. Pero las bases de esta idea se remontan a las décadas de los 50 y 60.
Peter F. Drucker aseguraba que “el marketing tiene
como objetivo el conocer y comprender tan bien al consumidor que el
producto se ajuste perfectamente a sus necesidades”, una idea que
posteriormente recuperaría
Seth Godin y sintetizaría en el concepto de
permission marketing,
que consiste en dejar de lado la agresividad y el intrusismo al tiempo
que se centra en conseguir permiso de los consumidores antes de
continuar con el proceso de venta.
El
marketing relacional también tiene mucho que ver
con la formulación del inbound marketing. Esta técnica de marketing, que
se popularizó en la década de los años 90 y que tuvo a Regis McKenna
como su gran exponente, tiene como máxima que las organizaciones se
focalicen en satisfacer y retener a sus clientes para crear relaciones
duraderas en el tiempo.
A la llegada de la revolución tecnológica,
a finales del siglo XX y principios del XXI, todas estas teorías adquirirían una nueva dimensión
y, al aplicarse en el mundo digital, darían lugar al inbound marketing.
A través del SEO, marketing de contenidos y social media marketing,
esta nueva técnica convierte a los consumidores en aquellos que puedan
encontrar e interactuar con las empresas que ofrecen los servicios y
productos que necesitan, generando el mayor valor posible para que las
visitas lleguen a convertirse en leads y clientes.
En un futuro próximo, según explicó Brian Halligan, el éxito de muchas empresas online se basará en su capacidad de
personalizar las experiencias de los usuarios
y, a través de la información que se recopila de leads y clientes,
ofrecerles mensajes y ofertas que se ajusten a sus necesidades
particulares.
Pero ya sea de cara al futuro, o mirando hacia el marketing actual, las marcas tendrán que esforzarse por entender los
cambios en el comportamiento de los consumidores y adaptarse al nuevo contexto en el que algunos de los principios más básicos del marketing empiezan a tambalearse.